Las ceremonias de la época son recreadas en estos actos donde participa buena parte del tejido asociativo local; numerosos voluntarios y colectivos, entre los que destacan los propios concejales del ayuntamiento, en este caso, convertido en los procuradores del siglo XVI y vestidos como tales.

Son actos con toda la solemnidad y pompa que la ocasión requiere, cada movimiento y cada acción forma parte de un elaborado guión donde no queda nada para la improvisación. Nobles, músicos, entremeses y ciudadanos forman parte de la celebración, tal como sucedía en la época. Lo podéis comprobar en el acto inaugural, la apertura de puertas i el juramento de los Procuradores o la Marxa dels Trasts: muestra de armas donde desfilan las cofradías del siglo XVI, responsables del mantenimiento y defensa de los diferentes trasts (tramos) de las murallas de la ciudad.

Mención especial merece el Gran Desfile, el Domingo, ultimo día de la Festa, todos los grupos y colectivos implicados participan en lo que se convierte en una gran friso viviente del que ha sido la recreación del esplendor de la Tortosa del siglo XVI.